Todos nosotros sabemos que los perros, como animales superiores muy inteligentes, ayudan a los humanos en muchas actividades diferentes. La gente utiliza a los perros entrenados para detectar la presencia de droga, sustancias explosivas, armas de fuego, dinero, evidencias de un crimen, restos humanos, descubrir a los supervivientes de un terremoto enterrados bajo 10 o 12 metros, detectar enfermedades importantes (cáncer o diabetes) y, últimamente, para detectar plagas, como chinche de cama, termitas o roedores. Y todo esto gracias al sentido del olfato o del olor que tienen. De todos los sentidos, el olfato es que los perros tienen más desarrollado; los receptores olfativos (los perros tienes entre 200 y 300 millones y los humanos solo cinco millones) les permiten tener una sensibilidad de un millón de veces mayor que el ser humano para algunos olores.
En el sector del control de plagas los perros entrenan especialmente para detectar el olor de la chinche de cama. La chinche es un insecto muy pequeño (5 mm de longitud), su forma aplanada le permite esconderse en cualquier grieta o agujero pequeño de la pared o del mueble. Puede encontrarse en el colchón, somier, ropa de cama, cortinas, marcos de cuadros, enchufes, teléfono, etc. A menudo, para buscar la chinche un profesional necesita una o varias horas, mientras que un perro entrenado, utilizando su olfato, puede encontrarla en dos minutos.
Los perros capaces de detectar las chinches en todas las etapas de su ciclo de vida: desde huevos o ninfas hasta adultos con la precisión de 98%. Pueden distinguir las chinches vivas o los huevos viables de las muertas; la presencia de sus excrementos y restos de piel. Los perros pueden trabajar en cualquier sitio, tanto en las habitaciones de los hoteles como en las casas particulares. Mientras que una persona puede buscar y simplemente no encontrar la chinche en una habitación infestada, la utilización del perro entrenado da mucha tranquilidad para los clientes: si un perro realiza una inspección en una habitación y no se encuentra nada, esto significa que en ese espacio no hay chinches de cama. También podemos decir que es mayor la comodidad de la inspección. A menudo una persona necesita desmontar la cama, mover el mueble, desmontar el enchufe, retirar los cuadros o cortinas, sin embargo, el perro detector puede encontrar el escondite de la chinche evitando todas estas tareas.
Y otro dato positivo: al saber con exactitud dónde está el nido de chinche de cama, el aplicador técnico aplica el biocida en territorio muy reducido, evitando pulverización en toda la habitación entera.
La utilización de los perros detectores es una innovación y no cada empresa de control de plagas puede permitirse tener y ofrecer este servicio. Cada tecnología nueva pide un tiempo para adaptarse y, posiblemente, en un futuro cercano, esto nos permita utilizar el mínimo de productos químicos y, así, proteger más el medio ambiente.
Muy buena idea la de utilizar perros para detectar chinches, ellos las olfatean en cualquier rincon que se escondan.